El último año Centroamérica se vio afectado por los huracanes ETA y IOTA, por lo que, la FAO junto con los gobiernos de Nicaragua, Honduras y Guatemala han solicitado $14,4 millones de dólares a la comunidad internacional.
La idea de recaudar esta cantidad es con el fin de iniciar planes que ayudarán a rehabilitar a la población indígena y pequeños agricultores.
El coordinador subregional de la FAO, indicó que el impacto de ETA y IOTA junto con la pandemia que afrontamos del Covid19, amenaza en gran medida a los grupos de población más vulnerables.
Los tres países serán apoyados con diferentes recursos para la agronomía, ganadería, reconstrucción de infraestructuras, capacitación de mantenimiento y emergencias de sanidad animal entre otros.
Sin embargo, cada país reconoce que tiene una población más afectada a la que se le debe dar un foco de actividades mayor.
Guatemala, por ejemplo, dará prioridad a once municipios del departamento de Alta Verapaz y siete del departamento de Quiché, que se cuentan entre los más dañados.
En Honduras, las acciones de respuesta se llevarán a cabo en los doce municipios más vulnerables de los departamentos de Choluteca, Francisco Morazán, El Paraíso, Copán, Lempira, Santa Bárbara y Ocotepeque.
El plan se enfoca en las comunidades más vulnerables y las familias pertenecientes a pueblos indígenas como los Lencas y los Maya Chortí. Los beneficiarios seleccionados incluirán también personas con inseguridad alimentaria aguda que dependan de actividades agrícolas para su subsistencia.
Y en el caso de Nicaragua, el foco estará puesto en la región autónoma de la Costa Caribe Norte y las comunidades de la zona especial del Alto Wangki-Bocay en el departamento de Jinotega, que se encuentran entre las más afectadas, y que dependen, en gran medida, de la agricultura de subsistencia a pequeña escala y de la pesca artesanal.